L O G R O T E S C O Y E L H I P E R R E A L I S M O



Yo entiendo que hay dos literaturas que siguen el criterio materialista: una de lucha, de combate, y otra que puede ser simplemente expositiva (…) Dos actitudes, pues, existen para mí en el escritor: la del encauzador, la del conductor y reformador…, y la del expositor… y este último punto de vista es el que me corresponde: el descrédito de las realidades presentes, descrédito que Gallegos mismo encuentra a medias admirativo, a medias repelente, porque esto es justamente lo que yo quería: invitar al asco de nuestra verdad actual.
Pablo Palacio, correspondencia dirigida a Manuel Espinosa, Obras Completas, Casa de la Cultura, Quito, 1964



Narrador de estilo taquigráfico; buceador denodado en el legado humano; temperamento vigoroso y virilmente cínico, humorista de honda veta trágica –tal es la extraña personalidad del Ecuador que 1927 descubre a los catadores cubanos de novedad.
ANONIMO, “Presentación de Pablo Palacio a los lectores cubanos”,
revista de avance, año I, n.-3, 15 d abril de 1927


El eje de la narrativa de Palacio se sustenta en un realismo de exposición, con el cual aborda las pequeñas realidades excluidas de la tradición literaria de líneas clásicas, por medio del planteamiento de una literatura realista moderna que contempla, dentro de la realidad representada, la misma creación literaria. A partir de esta selección referencial, Palacio enfoca al artificio como eje de su escritura: no solo cuestiona el momento de crisis del Ecuador de los años veinte, sino la crisis ideológica representada en una literatura anacrónica de grandes aspiraciones y de tendencia romántica.

LOS 30`S: pintura, cine y litetatura



Trabajadores sin Hogar
C a m i l o E g a s

La revista Hélice (1926), cuyo nombre era un referente simbólico futurista, acogió en sus páginas diferentes géneros artísticos de tendencia innovadora; estuvo bajo la dirección del pintor Camilo Egas, quien, siendo uno de los máximos representantes del arte de aquella época, recién había llegado de París y pronto dejaría el Ecuador con dirección a Nueva York.
El documental CAMILO EGAS, UN HOMBRE SECRETO estará en cartelera en el cine OCHOYMEDIO, vea su trailer





http://cncinecuador.blogspot.com/
www.youtube.com/watch?v=A45W0kKU7bU

Durante los años veinte, época en que salió a la luz la mayoría de la obra de Palacio, en Latinoamérica el movimiento literario consolidó su espacio, al igual que la tendencia europea, a partir de la publicación de revistas con una visión artística y regional. Entre los nombres que circulaban en estas revistas podemos mencionar a los argentinos Macedonio Fernández y Marechal; el chileno Díaz Garcés y el uruguayo Quiroga, entre otros. Las revistas más representativas fueron la Martín Fierro (Argentina), Sur (Argentina), Boletín del Titikaka (Perú), Cosmópolis (Venezuela), América (Ecuador), Amauta (Perú), Hélice (Ecuador), Proa (Argentina), Revista de Avance (Cuba).



Hélice encarnó en sus páginas obras transgresoras y vanguardistas, con una concepción iconoclasta del arte, que escandalizaron a la crítica tradicionalista, representante de la burguesía latifundista y temerosa de la ruptura de viejas ideologías. Es, en los escasos cuatro únicos números de esta revista, donde Pablo Palacio publicó los cuatro primeros relatos de la serie Un hombre muerto a puntapiés (abril, 1926), que inició con la narración así titulada, seguida por El antropófago (mayo, 1926), Brujería Primera (Junio, 1926) y Brujería Segunda (Julio, 1926).




Obra de teatro: Carne Sub-urbana, 2007.
Guión y dirección: Flavio Paredes.
Coproducción de estudiantes de la FCLL, PUCE, y la Facultad de Artes, UCE.
Presentación: Bar La Naranjilla Mecánica, Tamayo n1232 y Veintimilla.
Texto: Diego Chamorro

Después de Todo:
A cada hombre hará un guiño la amargura final.
Como en el cinematógrafo –la mano en la frente, la cara echada atrás-, el cuerpo tiroides, ascendente y descendente, será un índice en el mar solitario del recuerdo.
D E B O R A

Este epígrafe de ambientación oscura, como de una sala de cine en la que se proyecta El gabinete del doctor Caligari , reflejando destellos de luz sobre el rostro de los espectadores, es una ventana por la cual podemos vislumbrar parte de la perspectiva con que Palacio apreció la modernidad de su tiempo histórico, para luego representarla en su obra literaria, como un olvido colectivo o la soledad de los recuerdos, en los inicios de la era de la imagen.
Con la mirada atenta de quien descubre un sitio que no conoce, Palacio escudriña hasta la fibra más oscura de la ciudad y la condición humana.



Las manifestaciones de la industria cinematográfica norteamericana y las maravillas tecnológicas del primer mundo opacaron a los filmes de denuncia social, como las producciones del guayaquileño Augusto San Miguel, primer cineasta ecuatoriano, en una época en que los ejes políticos y económicos empezaron a ejercer su poder en la censura en la importación de filmes de conciencia social.

Este entorno, seguramente, permitió al escritor lojano acceder, desde una perspectiva crítica, a las primeras manifestaciones del séptimo arte que llegaron al Ecuador, las cuales eran también vínculo e impacto visual con un mundo convulsionado, por medio de los noticieros que fijaban su atención en la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, Pablo Palacio no se conformó con ser público cinematográfico: en 1933 montó una empresa de importación de filmes con el crítico literario peruano Luis Alberto Sánchez, proyecto que si bien fracasó, nos deja el valioso dato del profundo interés del autor por el cine.


P E R R O A N D A L U Z

La aparición del cinematógrafo se dio como un simple espectáculo de plazas, muy lejos de ser un arte y, sobre todo, de llegar a ser el lenguaje narrativo predominante del siglo XX. Su recepción fue contradictoria: por una parte los escritores de tendencia clásica se constituyeron en enemigos irreconciliables del séptimo arte, considerándolo mero instrumento de distracción para iletrados; y, por otro lado, LOS artistas modernos, entre ellos los pertenecientes a las vanguardias europeas, los formalistas rusos y otros teóricos del arte vieron en el cine un nuevo modo de expresión que abría posibilidades para la creatividad o reflexionaron sobre su lugar dentro de las artes .

Como refiere Sánchez Noriega, la generación del 27 dio una buena acogida al cine: Alberti, Cernuda y Salinas homenajearon públicamente ciertas películas o géneros cinematográficos; Buñuel y Dalí, por su parte, experimentaron abiertamente con la imagen en movimiento, de donde nació el hito del cine surrealista El perro andaluz .

Una de las primeras adaptaciones literarias textuales, basada en el traslado íntegro del texto literario al cine, la realizó el mexicano Federico Gamboa, quien en 1914 se filmó a sí mismo, leyendo extractos de su novela titulada Santa.

L E G A D O Y T R A D I C I Ó N D E U N A É P O C A O C U L T A

Cuesta creer que Palacio, nacido el 25 de enero de 1906 en Loja, y fallecido el 7 de enero de 1947 en Guayaquil, era solo siete años menor que Borges. Sin embargo no es difícil darse cuenta de cómo el autor representa para su país lo mismo que el argentino para el suyo. No menciono lo anterior para legitimar al autor y a su obra, y me refiero a Borges. WILFRIDO H. CORRAL





A partir de la publicación de las Obras Completas de Pablo Palacio en 1964, por parte de la editorial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, y la consecuente relectura de esta obra que se dio en los años sesentas, surgió interés en esta literatura que provocó, por parte de grupos culturales locales como el caso de los Tzántzicos , una suerte de rescate de las letras marginales hasta ese entonces en el Ecuador. La aparición de Palacio en el contexto artístico del siglo XX e inicios del XXI, y las consecuentes actualizaciones de su obra, han impulsado la producción de una cantidad significativa de obras que adaptan, en diferentes disciplinas y géneros, los cuentos y novelas de este escritor.




Obra de danza: Vida del ahorcado, 1986
Teatro Unión Nacional del Periodistas.
Obra de danza: Luz lateral, 1990
Coreografía 15 personas en escena.
Adaptación escénica y dirección: Wilson Pico.

Lo que más me impactó, lo que más recuerdo de aquel ensamble es la idea del cubo; hasta ahora, cuando voy en el trole o en la eco-vía, me acuerdo del cubo.

Obra de danza: Luz lateral, 1990
Teatro Universidad de Loja.
Coreografía 18 personas en escena.

Recuerdo que Luz Lateral tenía como diecinueve escenas, y todas tenían un ritmo buenísimo, el público estuvo cautivado, esa fue mi impresión; fue un entrenamiento intenso, de largas jornadas, (…) recuerdo que logré plasmar de forma más cautivadora el mundo que plantea Palacio en Luz Lateral que en Vida del Ahorcado; fue algo muy espectacular, muy valioso tanto para quienes participamos en la obra como para el público.




Tema musical: Débora, 1996.
Letra: Peky Andino.
Música: Sal y Mileto.
Grabada por Sal y Mileto en el año 1999 para el disco Sal y Mileto.


Es un homenaje a los personajes femeninos de Palacio, dentro del concepto de maldad materna y conyugal, la madre-niña, de una mujer que mata para librar a los abandonados de una existencia gris, mujer-muerte, mujer liberación, mujer-limpieza, madre- asesina, madre-literatura.





I N T E R V E N C I Ó N M E D I Á T I C A

Un hombre Muerto a puntapiés
El Antropófago,

2002, Fernando Falconí.

Publicación de los cuentos a modo de noticias en el diario Extra
www.testículosrevueltos.com



Cortometraje: Un hombre muerto a puntapiés, 2000.
Cuenca.
Tema musical: Claro que sí.
Productora: Muskui


VII Encuentro sobre literatura ecuatoriana, CCE, Cinemateca Nacional.
Dirección: Diego Carrasco,
Guión: Pedro Andrade.
Música original: Renato Zamora

Cómic: Un hombre muerto a puntapiés, 2004

Autor: Jorge Cevallos
Extensión: 40 páginas
Formato: Color
Tesis de licenciatura Universidad Central del Ecuador, Inédito






Como resultado de abordar al texto literario como un artificio, la actitud crítica del narrador – autor frente a los acontecimientos ficticios, se inclina por la falta de experiencia de los protagonistas, los ridiculiza y ridiculiza su actitud mecánica frente a la vida.










Cortometraje: Los Estudiantes, 2004.
Guión y dirección: Iván Mora Manzano.
Elenco protagónico: Roberto Frisote
Banda sonora: Rana Estudio.







Cortometraje: Un hombre muerto a puntapiés, 2007.

Guión y dirección: Freddy Silva.
Elenco Protagónico: Paúl López.
Banda Sonora: Vértigo, estudio Bumerang.
Premio a la juventud, Festival Cero Latitud, 2007.













Cortometraje: Un hombre muerto a puntapiés, 2007.

Guión y Dirección: Sebastián Arechavala.
Productora: Dos Hermanos.
Banda sonora: Rana Estudio.
Elenco protagónico: Marco Bustos, Iván Alzate.
Mejor cortometraje Iberoamericano 48 festival de Cine de Cartagena.
Primer Corto ecuatoriano en participar en el Festival de Cannes.





Ensayo escénico sobre la obra de Pablo Palacio,
De un suave color blanco,

2009 del 14 al 31 de mayo 2009




Dirección y Dramaturgia: Arístides Vargas
Textos: Gerson Guerra, Cristina Marchán, Manuela Romoleroux, Daysi Sánchez, Joselino Suntaxi, Santiago Villacís, Coco Maldonado y Arístides Vargas.
Elenco: Gerson Guerra, Cristina Marchán, Manuela Romoleroux, Daysi Sánchez, Joselino Suntaxi, y Santiago Villacís
Dirección Actoral: María del Rosario Francés y Santiago Villacís
Dirección coreográfica: Carolina Váscones
Asistencia de dirección e Iluminación: Martín Bahamonde
Diseño Gráfico: Elena Vargas
Producción: Grupo Malayerba







La obra es una indagación sobre algunos cuentos y novelas de Pablo Palacio. Aquí, Palacio, que casi nunca habla en la obra, se encuentra aislado e imposibilitado de organizar un mundo de forma coherente debido al asedio de personajes dobles o universos dobles. La pregunta fundamental que se hace es cuál de todas estas dobleces es la realidad, o si la realidad se conforma de muchas realidades simultáneas.
Así desfila ante sus ojos alucinados una mujer doble, un policía doble o un escritor doble; que no es otro que Pablo Palacio habitando el tiempo de su compromiso real y el tiempo de su alucinada lucidez.




Obra de teatro: Variaciones sobre Vida del ahorcado, 2005.
Guión y Dirección: Peky Andino-Moscoso.
Elenco Protagónico: Santiago Naranjo.
Premio del Público en el Festival Por fin solos:
Mejor dramaturgia, dirección, actuación, y diseño de iluminación. Fue presentada en Lima-Perú.



Versión libre de la Vida del ahorcado, mezclada con la vida real de Pablo Palacio, su reclusión en el Lorenzo Ponce de Guayaquil, su vida política de secretario del senado, de maestro de la universidad, de esposo delirante, de asesino de sus hijos literarios





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Cortometraje: La señora de la comedia Inmortal, 2000.

Guión y Dirección: Peky Andino-Moscoso.
Productor General: Roberto Aguirre. Fotografía: Peky Andino y Juan Carlos Faidutti. Música: Sal y Mileto, Hugo Hidrovo (Al este del Edén)
Elenco Protagónico: Patricia Naranjo,(Señora) Alex Altamirano (Joven)
Género: Mediometraje, parte de la serie de terror Historias de la Zona Obskura, transmitido por Teleamazonas (2000)


Versión libre del cuento Señora de Pablo Palacio, sobre una señora que seduce a un joven en el teatro de una ciudad surrealista, con el pretexto de que se ha perdido su collar.





El evento 29-11-07, se lo realizó con motivo del estreno del video ¡Atención!¡Subasta pública! el mismo día en que se inició la asamblea constituyente. Se congregó en la Nraranjilla Mecánica a un gran número de personas interesadas en la obra de Palacio, a partir de ese día el proyecto Pablo Palacio ha ido creciendo insistentemente por la necesidad de desifrar una identidad artística ecuatoriana vinculada a la edad de oro vivida en la época de los años 20´s en nuestro país.

V I D A D E L A H O R C A D O




>Vida del ahorcado (1932) es probablemente la narración ecuatoriana más indescifrable del siglo XX. Fue subtitulada subjetiva por su autor, quizá por evidenciar la distancia que la separaba de la novela objetiva propia del realismo.
YANNA HADATTY




Yanna Hadatty acierta al proponer que a lo largo de esta novela, pareciera existir una búsqueda estética por medio de la adopción de diferentes géneros en cada uno de sus fragmentos; la búsqueda queda inconclusa, el narrador no se detiene en ningún tipo de discurso, por lo que su experimentación no sale de los límites de la parodia. Andrés Farinango, ficción casi hecha de harina, se encuentra en una disyuntiva que corresponde, como a estos parámetros estéticos, a la incapacidad de adaptación a una sociedad estática y absurda representada por la lucha entre los gemebundos y los neos gemebundos. Como consecuencia, en el desenlace de la AUDIENCIA, capítulo final, Hadatty destaca esta condición del protagonista de la siguiente manera: (…) ser juzgado no por su culpabilidad sino por su temibilidad; es un sujeto temible, un antisocial; por eso se lo condena a ser ejecutado.


PERRO PERDIDO

Buena gratificación se dará a la persona que encuentre y devuelva a su dueño un perro perdido en el parque municipal, el día de ayer entre las cinco de la tarde. Faldero, color café, con collar, responde al nombre de Meter.-Villa Margarita.- Avenida de las Acacias.- Tel. 45C.”

Y asimismo la vieja Anatolia –lo puedo ver desde mi ventana- ha cogido a su pequeño hijastro, poniéndole los cueros al aire, y mientras le chicotea el fundillo le está gritando:
-Ay, perro perdido, te fuiste a la maroma sin pedirme permiso. Toma, perro perdido, Toma, perro perdido!
Ji, ji. Ji, ji. Huy, huy, huy. Ji, ji.







Esta novela de Palacio, su última, posee una estructura narrativa sumamente experimental, a pesar de que es la que más elementos biográficos incorpora ; Andrés Farinango, el protagonista, atraviesa diversos episodios, oníricos o no, en los que se cuestiona el mundo en el cual inevitablemente se sumerge.

El mosaico o collage que presenta esta novela, a través de la yuxtaposición de escenas y relatos, como bien la describe Luis Alberto Sánchez, propone actitudes contradictorias que conviven a pesar de que debieran excluirse: el disparate y la trascendencia, la polémica y la ironía. Este universo, que representa la realidad desde una perspectiva subjetiva, pareciera corresponder a una paranoia de persecución por parte del protagonista, que desencadena en su suicidio; si retomamos la poética en la que recurre la obra de Palacio, con respecto a la creación literaria, nos encontramos con la inevitable deducción a la que llega L. A. Sánchez: El ahorcado del libro es el lirismo de Palacio.



¡ A T E N C I Ó N ! ¡ S U B A S T A P Ú B L I C A !
¡Los más hermosos volcanes están en pública subasta!
-Tiene para mí una hermosa y modesta música.-P.P.





Vida del ahorcado apela continuamente al término compatriota, hace alusión al país chiquito donde pertenecemos los ecuatorianos, y representa a las instituciones como distribuidoras del orden dentro de la sociedad.




El planteamiento de este absurdo inicia desde el texto que lo precede, titulado Hambre, en el cual se explica que el Gobierno de la República ha solicitado insertar en los grandes rotativos del mundo (…) una convocatoria escrita en concurso por sus más bellos poetas.




Toda realidad, o irrealidad, es percibida subjetivamente, esto es mucho más evidente en el caso de un texto literario, o el cine. Esta caracterización que hace Palacio de su última novela, brinda la posibilidad de crear un juego de perspectivas, de manejo circular, entre los diferentes niveles de espectadores representados en el corto. El salto de un escenario a otro, apelará constantemente a la subjetividad del individuo, y nos remitirá a la yuxtaposición de los fragmentos que componen la novela.


El primer nivel de espectador es el público real, el lector del texto fílmico: dentro de su nivel está la presentación del corto, la cual, entre otros, incorpora inserts de archivos de televisión (noticieros, crónica roja, publicidad, telenovelas, productos para el cabello, pasta dental, televidentes, entre otros) El segundo nivel de espectador corresponde a Andrés y Ana frente al televisor. El tercero son los asistentes a la subasta, que aparte de escuchar el discurso del subastador, ven los volcanes ofrecidos en un monitor dentro del salón.
Estos niveles se yuxtaponen continuamente, hasta que se apela directamente al espectador del primer nivel, el lector real del texto fílmico, por medio de la presentación de tomas de archivo de tierra erosionada, que aumentan de intensidad hasta imágenes de carros, casinos y escenas abstractas. La apelación al lector real concluye con una toma en la cual una mujer, entre el público de la subasta, regresa a ver directamente a la cámara, en seguida el corto concluye con el primer plano del subastador, y el manejo explícito del lenguaje televisivo por medio de las franjas de regulación de color y el Himno Nacional para dar por concluida la programaciónAsí introduce Palacio, una vez más, el referente de la creación literaria, dentro su ficción: en este caso es una creación artística que sostiene la ideología del poder, una creación artística de publicidad, tanto de la obra como del artista, con el objetivo de vender los recursos naturales del país.





En este texto, el cual parodia evidentemente al discurso jurídico , Palacio representa la actitud mercantilista del Estado, por medio del absurdo de poner a la venta los volcanes de nuestro país. Este apela y llama la atención, directa y exclusivamente, a los capitalistas del mundo, a quienes primero ofrece en venta el Chimborazo, después el Altar, el Corazón, entre otros. La situación en la que se representa al Ecuador, evidencia cierta subordinación y necesidad hacia estos capitalistas mundiales a quienes apela, explicando las necesidades urgentes de la Nación: (…) los súbditos están con hambre.



El orden representado plantea la ideología de una estructura económica dominante, consolidada a través las funciones del Estado, maneja un discurso en el que su ofrecimiento es preservar el los supuestos intereses de sus súbditos, mediante la explotación de los recursos; sin embargo la venta, contra natura, impulsa la siembra de productos típicos de exportación, la caña de azúcar y el cacao, excluyendo así el problema alimentario de los súbditos locales. Estos representan aquella masa poblacional que, además de subordinarse al Estado, se encuentra a merced de los mercados internacionales y a la industrialización, de la explotación de los recursos que sustenta la economía de la agro - exportación.





¡Queremos tierra plana para sembrar caña de azúcar y cacao! ¡Queremos tierra plana para pintarle caminos!


Más allá del símbolo patrio que constituye el Chimborazo, la lectura actualizada plantea la reflexión acerca de la preservación de lo recursos naturales, dentro del contexto del calentamiento global y la pérdida de los glaciares. Esta realidad nace de aquella industrialización a la que Palacio apela, la que ha consolidado en el siglo XX a los países latinoamericanos como exportadores de materia prima e importadores de tecnología, subordinando nuestras economías a las exigencias del mercado internacional.

Como en la obra de Palacio, el corto plantea varios niveles de ficción, por medio del montaje paralelo, que muestra situaciones simultáneas. El primer nivel de ficción es el de Andrés y Ana, como público televidente. El cortometraje representa al Estado en un segundo nivel de ficción, correspondiente al montaje televisivo y al espacio surrealista que conforma la sala de subastas; dentro de este escenario hay dos monitores que apelan a dos realidades: tomas de archivo sobre la crisis ambiental en uno, y el texto que lee el subastador, el texto literario original.

Esta distribución de la ficción cuestiona el papel del Estado, contraponiendo el montaje articulado con los símbolos patrios, la ficción televisiva que incorpora el texto palaciano, con la concepción del país como fuente de materia prima para el mundo industrializado. La representación de los asistentes a la subasta con maniquíes, consiste en la caracterización de un mercado internacional inhumano: el sistema económico, las bolsas de valores y demás instituciones caducas e ineficaces para solucionar los verdaderos problemas de la humanidad.


Además del cuestionamiento al Estado, se cuestiona a la televisión como institución; la introducción del cortometraje directamente por medio del lenguaje televisivo, el zapeo , no se detiene hasta la llegada del Enlace Nacional; en la muestra de archivo que conforma esta introducción, se apela a la crónica roja, a la publicidad, a las telenovelas; el acto de no detenerse en éstas, tiene por la intención dar a entender que no hay nada que ver en la televisión, son géneros tan caducos como los parodiados por Palacio en Vida del ahorcado.


La televisión es parte de la ficción del Estado, responde a los mismos poderes internacionales y económicos; ésta impone el actual status quo, correspondiente al actual modo de producción, los televidentes mantienen una actitud pasiva, como los maniquíes, frente esa supuesta realidad que muestra la televisión. El cubo con el cual inicia la novela Vida del ahorcado, representado como la televisión o la pantalla, es la ficción con la cual el ser humano, incapaz de reaccionar contra una realidad adversa, y la evade.



NOVELA SUBJETIVA

placas solares


OJO-->> es mejor que vean el video en YOUTUBE o MYSpace, esta ventana es muy pequeña

Los personajes femeninos, a pesar de no llevar el hilo conductor del corto –como Andrés, al cambiar constantemente de canal, y el subastador, quien es el único que mantiene una acción por medio del discurso- realizan los dos únicos gestos significativo durante el texto fílmico: la primera, Ana, entra a escena junto a Andrés, para ver la Cadena Nacional, interrumpiendo su relación con el televisor –cubo; la segunda, en la sala de subastas, regresa a ver directamente a la cámara para apelar al espectador real. En la sala de subastas la presencia femenina apela a la mercantilización de la figura femenina.


Estos dos personajes femeninos representan el deseo, aquel que impulsa a Andrés a adecuarse en los parámetros del la sociedad, y desencadena el cuestionamiento al mundo en el que el protagonista debe adecuarse para establecer una familia. El deseo, como bien lo destaca Wilfrido Corral, es una característica constante de los personajes a lo largo de la narrativa palaciana.
(…) vemos que si no respondemos al vaivén de nuestros deseos nos convertiremos en seres menos flexibles, más imperturbables. Es decir seremos todo carácter y nada de personalidad. Dicho de otra manera, la muerte de nuestros deseos es nuestra muerte como individuos.

Lo repelente, a lo cual Gallegos Lara apela en su crítica a esta novela , se lo representa mediante el sonido con el cual concluye el corto; al finalizar el discurso, en el momento en que se declara abierta la subasta, en vez del sonido del martillo que golpea la mesa, la imagen representa cuando la señal televisiva se va, las franjas de color, y el sonido es el bip que corresponde al mismo acontecimiento. Este sonido es fuerte, perturbante, y se distorsiona hasta la llegada del Himno Nacional.
Finalmente los créditos se presentarán durante la duración del Himno, en una especie de desfile patriótico de cada uno de los nombres de las personas que han colaborado en la elaboración del cortometraje.



http://www.youtube.com/watch?v=QTrMHmrK6mc